“Ana, estamos muy contentos con tu trabajo, eres una persona proactiva
y autosuficiente en tu trabajo y reconozco que eres una persona feliz por su
naturaleza”.
Ana da un suspiro de tranquilidad
y le mira a los ojos para ser empático
con su jefe; sin embargo ve en ellos un destello que le inquieta…sí ahora viene
el verdadero feedback.
“Ana, hay otro tema que quiero tratar contigo, y es tu llegada a la
oficina. A partir de mañana, quiero que llegues puntualmente y tengas la
oportunidad de desayunar conmigo y con Julián. Considéralo como la primera
reunión del día, no toleraré un día más que llegues tarde, esto no será
negociable”.
Ana sale derrumbada de la oficina
de su jefe, no llega a las 9:20, 9.30 ó 9:40… ¡sólo llega 5 minutos tarde! Su
reloj marca 9:05 cuando abre la puerta de su oficina. A esa hora, su jefe y
Julián siempre están en la cocina desayunando y ella se dirige sigilosamente a
su lugar de trabajo para iniciar el día.
Estos 5 minutos representan para Ana
un cambio de vida, hay que levantarse de la cama 5 minutos antes, coger el
metro 5 minutos antes y caminar a paso veloz entre estación y estación para no
perder la conexión.
El reloj-despertador le recordará
diariamente que no puede quedarse más tiempo en la cama y que tiene una misión:
llegar a las 9:00 ni un minuto antes ni después.
Aunque parezca algo tonto o sin
importancia, estos 5 minutos son trascendentales; y ambos lo saben.
Para Ana será un sacrificio que
cree que será difícil de superar, pero su Jefe está convenido que lo
conseguirá. Para él será la
satisfacción de estar con su equipo reunido por la mañana, y compartir unos
momentos previos a la jornada de trabajo.
¿Qué impacto tendrían en tu vida
estos 5 minutos?, ¿de qué manera crees que podrían cambiar tu rutina diaria?
Definitivamente el valor lo
pondrá cada uno de nosotros, para algunos será un hábito ya adquirido, para
otros, como Ana, o como yo, una
circunstancia de la vida que marcará la diferencia…
“No es el tiempo el que nos falta. Somos nosotros
quienes le faltamos a él.”
Paul Claudel
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