sábado, 16 de abril de 2022

Los fabulosos 50

 
Recibí los fabulosos 50 años en plena pandemia y según algunos estudios confirman que a esa edad las mujeres nos sentimos mucho mejor que a los 40, inclusive a los 30. 

¿Es en serio?- pregunta seria y reflexiva que me he hecho desde el día de mi cumpleaños. 


Todavía recuerdo que a los 30, bien podía desvelarme dos o tres veces por semana y llegar en vivo al trabajo y me sentía estupenda. 

Y los maravillosos 40, cumplidos en Madrid, rodeada de amigos en un bar, bailando y tomando tequila toda la noche, me sentía energetizada y como nueva. 

Definitivamente, no podría decir lo mismo de los 50, recibidos en plena crisis sanitaria. 


Alejada del ámbito social debido a la sana distancia y a las recomendaciones para cuidarnos del virus, me quedé en casa y enfoqué mi energía en el trabajo. Los días pasaron muy rápidamente y no fui consciente de lo que representaría eso en mi futuro de mujer que ha cruzado la barrera del número 5. 


A los meses, comencé a sentirme mal, el estrés y la nula actividad física me pasó factura.  Mis problemas físicos, muy posiblemente ya eran crónicos, pero aislada y con una carga de trabajo excesiva, invariablemente hizo que todo se potencializara. 


Continuamente tenía dolores intensos de estómago, vómitos, estaba cansada todo el día, no tenía ánimos de nada en especial y la preocupación de lo que pasaba en el exterior me llevó a tener insomnio recurrente. 

Comencé a subir de peso y se me dificultaba respirar. Tenía todo el tiempo calores intensos y aunque quería y sentía que debía ejercitar mi mente, cuerpo y espíritu, era imposible que lograra completar lo que fuera.  Lo atribuía a mi falta de condición. Mi energía era muy baja en ese entonces y aparentaba que todo iba bien.  


Reconozco que durante ese tiempo fui muchas veces a consultar con diferentes médicos, intentaba diversos tipos de dieta y me realicé  exámenes de forma regular.


Es gastritis…
Ya eres pre-menopáusica  
Seguro que es la tiroides…
Necesitas terapia…
Debes bajar de peso…
Te hace falta compañía…


Y así me la pasé todo ese tiempo, intentando solucionar lo que me pasaba.


Decidí tener un compañero peludito para ver si con ello me animaba en esos días de intenso trabajo y aunque lo adoro con todo el alma, Spot no era la solución.  


Tomé terapia, compré tal cantidad de medicinas y vitaminas, busqué remedios para intentar dormir, hice dietas, me inscribí a clases, salía a caminar, pero nada resultaba, estaba agotada y no había manera de que mi mente y mi cuerpo reaccionaran. Lo único que podía hacer era enfocarme en el trabajo. 

Casi al final de 2021, tuve una oportunidad laboral  y acepté. Igual un cambio me vendría bien y el nuevo reto me tendría motivada para un nuevo comienzo.  


De pronto, unos días antes de recibir el 2022, en mi casa, sola con Spot, mientras veíamos una serie de televisión, sentí como la sangre subía a mi cabeza, provocándome un dolor intenso y de pronto, mi brazo izquierdo se comenzó a adormecer. 

 


Fueron segundos que parecieron eternos. En ese momento, no quería pensar, me tomé un ibuprofeno y recé para recibir la mañana viva, me enfoqué en pensar que era un episodio aislado en el que no debía de preocuparme por el momento. 


No sabía lo que había pasado, lloré mucho, tenía la presión alta y la pesadez de mi brazo duró varios días, así que  decidí antes de ir con el cardiólogo, realizarme un check up completo. 

Todavía recuerdo al médico internista diciéndome los resultados de mis estudios. 


Señora, tiene que hacer tres citas:  
-Busque un endocrino para que le controle su tiroides, ¡benditas hormonas!
-Consulte con un gastroenterólogo, deberá operarse de la vesícula  ¡ahora entendía los dolores que se confundían con la gastritis, tenía muchas piedras!
-  Y hoy mismo tiene que hacer cita con su cardiólogo. Por lo pronto, olvídese de lo anterior, lo que requiere de su atención inmediata es el resultado de su calcio coronario, ¿cómo?, ¿qué era lo me trataba de decir?

En ese momento, no lo comprendí muy bien, hasta que me realicé un estudio más específico y después del regaño bien merecido del cardiólogo por no cuidar mi corazón, supe que tenía una enfermedad coronaria severa. 

Prácticamente tres arterias estaban obstruidas, debido a un elevadísimo calcio coronario

¿qué significaba esto?, un alto riesgo de tener en cualquier momento un evento cardíaco, infarto o un accidente cerebrovascular.  Era una bomba de tiempo tic-tac, tic-tac

Tuve un primer aviso de una angina de pecho en diciembre, ya podía ponerle nombre a lo que sentí ese día y gracias a Dios por aquella señal.


Me asusté mucho, definitivamente necesitaba la  alineación y balanceo de los 50 años.  ¿Quién dijo que eran mis nuevos 30 ó 40?


Mis primeras salidas fueron a consultar médicos, todo esto  durante la llegada de un virus más contagioso, ¿el resultado? Me dio COVID.  


Esa semana aislada, no quise pensar en lo que sucedía en mi cuerpo, ni intenté investigar nada sobre mi enfermedad. Enfoqué mis esfuerzos en recuperarme, la mente es muy poderosa y no quería que me traicionara, tenía que esperar el protocolo de cuarentena. En cuanto terminó, me preparé para ir al hospital.  


En realidad,  en esos tres meses, he estado cinco veces en el hospital, algunas fueron a urgencias porque mi cuerpo no se acostumbraba a mi nueva condición. Pasé momentos de dolor, de angustia, de soledad. Mi cuerpo y mi mente me estuvieron enviando diferentes señales, solo era cuestión de entenderlas y atenderlas. 


El resultado fueron dos cateterismos en menos de una semana y la colocación de cuatro stents que me han cambiado la vida. 

Qué increíble es sentir que puedo respirar hondo y profundamente, no había sentido eso desde hace mucho tiempo. 


Y a la sexta semana, ya que sentía que todo iba bien con mi nuevo estilo de vida sano y saludable y tenía la energía suficiente para hacer ejercicio de forma continua. De pronto, una noche comenzaron los dolores y los vómitos nuevamente, intenté controlar la situación, quería que pasara un poco más de tiempo, quería descansar del hospital, pero fue imposible, mi cuerpo pedía a gritos que le diera solución. Así que adiós a la vesícula.


Al salir de la anestesia, lo primero que dije, cuando me indicaron que habían sido muchas piedras fue, ¿qué nombre les pondré? 

Mi inconsciente recordaba a Apolo y Manuela, mis miomas que fueron extraídos hace tiempo. Pero ahora he decidido no ponerles nombre.  


Gestionar mis emociones no ha sido nada fácil, tuve mucho enojo al inicio,  si todavía estoy muy joven, me repetía. Después vino el miedo, la incertidumbre, la tristeza. Todo al mismo tiempo y aunque sé que hay mucho por agradecer, sentía un vacío y un dolor inmenso. Poco a poco, las emociones han ido fluyendo, aunque suene a cliché, tener a mis padres reconfortándome día con día, a mi hermosa familia y mis amigos enviándome mensajes de ánimo. Nunca me soltaron de la mano a pesar de la distancia. Estar presentes en este proceso ha sido muy sanador.  

Ahora he iniciado una nueva aventura y en esta etapa estoy teniendo una consciencia real de cuáles son mis prioridades. 

Y aunque no hay vuelta atrás, si hoy pudiera hablar con mí yo de hace 10 años, aquél día que cumplí mis 40...


¿Qué le diría?

Continúa disfrutando cada momento en el aquí y ahora, con ese optimismo que siempre te ha caracterizado. Escúchate más a ti y tu cuerpo, en tu interior están las respuestas a tantas preguntas que te has hecho y te seguirás haciendo.  A pesar de la adversidad, nunca dejes de sonreír y de cultivar la verdadera amistad, es el regalo mas valioso que tendrás. Enfócate en lo que realmente vale la pena y toma consciencia de quién eres.  No tengas  miedo a enamorarte de ti misma y de los demás.  Respira, siente, emociónate por cada instante vivido y agradece todos los días. Abre tu corazón y recibe el amor en todas sus expresiones, deja que fluya en diferentes direcciones, eso te ayudará a sanar tu cuerpo y tu mente. 

Un día a la vez, ese es mi mantra, cada día me voy sintiendo con una energía diferente y sé que es un proceso que nunca terminará.  

Hoy, abrazo la vida con el corazón pleno y recibiendo mis fabulosos 50 con los brazos abiertos. 

Gracias a la vida por esta segunda oportunidad y sí, definitivamente ahora, después de esos tres meses,  puedo asegurar que mis 50, se van sintiendo como mis 40.  




Nota: 
La arteroesclerosis coronaria es  una enfermedad silenciosa, que por lo general no  presenta síntomas claros previos, muchas de las personas se enteran cuando ya presentan un evento cardiaco como un infarto. Es la causa de muerte número uno en el mundo y en el caso de mujeres se presenta a partir de los 50 con una tasa de mortalidad mucho más elevada. Hay diversos factores de riesgo como la diabetes, el estrés, el sobrepeso, el colesterol, el tabaquismo, pero sobre todo la condición familiar. Por eso la importancia de realizar estudios de forma preventiva. 

viernes, 13 de febrero de 2015

El mal tino de Cupido…


Idea Original y texto: Eloísa Pérez
Adaptación castiza: Carlos Fernández


Ah qué bonito es el amor…a qué si, ¿verdad? Tantas parejas de enamorados en un día tan especial como es el 14 de febrero… ¡Qué manera de dar por culo!

Para algunos puede que sea especial, porque para mí no lo es. El día de San Valentín me provoca urticaria. Nunca he celebrado un día de los enamorados, y es que los hombres que he conocido, pues,  ¡no logro que se queden hasta ese día!




Pero la culpa no es mía, es de  ese jodio cupido que me han dado.








Un día le dije, a ver tú y yo tenemos que hablar de tu puntería de mierda.  ¿Por qué le tiras las putas flechitas a cada ristra de impresentables que me vienen a abandonar el día 13? ¡Coño! ¡Que quiero mi regalo!

Y pensé, este regordete niño con dodotis bajado de una nube, -que seguro es hijo de uno de los del corte inglés- pero de qué va.  Estoy segura que me está haciendo bullying.

La mayoría de las que estamos solteras es por su culpa, a ver, ¿por qué no separa sus flechas y agrupa a la gente más homogéneamente?, ¿por qué no flecha a los pendejos con las que son igual que ellos?, ¿a las que queremos tener hijos con los que hombres que quieran lo mismo?, ¿a los borrachos con las que les gusta beber?

Es que después de tantas historias fallidas, he llegado a considerar que ese individuo del sexo opuesto llamado varón es una especie animal totalmente extinta, además de desconocida y enigmática.

En serio, se los prometo, por más que intento comprender su comportamiento, pues nada. No se me da. Creo que entiendo mejor al chimpancé que al hombre, que ¡ya es bastante esfuerzo! Pero bueno, lo he intentado, que por mí no quede…

Y es que es ese ser idílico, cortés y delicado que  mi madre, mi abuela, incluso mi tía me contaban en esas historias románticas de sus tiempos jóvenes, se ha quedado en meras fantasías de adolescente.

Ese hombre pintado de azul está ya muy desteñido de tantas lavadas…

¡¡Así como quieren que uno celebre un día de san Valentín como Dios manda!!

Este cabrón de cupido,  no ha estado haciendo bien su tarea, ha andado muy desorientado. Pensé en enviarlo a rehabilitación, que igual se fumó algo extraño y eso hace que no le atine al indicado.


Pero luego dije, que lo mejor era mostrarle mi famosa clasificación de hombres españoles, -digo los hechos cuentan más que cualquier cosa- para que viera a los tipos que ha flechado. Esto es psicología inversa pura...a ver si ahora pone más atención y a la próxima víctima le da en el merito centro.

 Así que muy seria, me senté con mi cupido y le describí a cada tipo de hombre que ha llegado a mi vida…



Tipo de hombre

Descripción

El hombre fantasma

Individuo que después de varias citas desaparece sin dar explicación alguna de su ausencia. Incluso llegas a dudar de que haya existido, pues su teléfono suena fuera de cobertura, ocupado o interminablemente en espera.  Los correos o whatsapp tampoco los responde. Sospechas que fue una recreación de la imaginación...como los modelos de Kalvin Klein


El hombre resucitado

Es el “hombre fantasma” que después de un periodo mayor a 6 meses, aparece.  Eso sí, lo hace sin dar ninguna explicación, e incluso si le preguntas, te hace creer que no ha pasado tanto tiempo, que exageras, si sólo fue el verano-te dicen. Claro el verano de hace dos años.  


El hombre gmail

Individuo que utiliza sólo el correo para comunicarse contigo, el uso de medios sincrónicos le produce ansiedad. No sabe manejar la improvisación, tanto que al final para terminar contigo utiliza el correo -¿acaso existe otro medio para comunicarse? Este hombre es reflexivo y un tanto indeciso, pues se toma su tiempo medido en décadas para reaccionar ante cualquier estímulo.


El hombre chatero

Caballero al que le gusta usar los medios sincrónicos para comunicarse. A este sí le gusta responder en el acto, pero  el teléfono está descartado por obsoleto. Utiliza el chat del Facebook y el Whatsapp. Tiene desarrollada la habilidad de síntesis, pues sus mensajes son cortos, solo con consonantes,resumidos y muy directos.


Obviamente es experto en esta tecnología, y al igual que “el hombre gmail”, su único medio de contacto y de ruptura es el chat. 


El hombre peligro

Hombre  peligroso, pero porque  no desea ningún tipo de compromiso contigo y lo sabe de antemano, aunque no te lo diga. Este hombre es muy común de encontrar y más si ya sobrepasó las cuatro décadas de existencia. Es temeroso para dejar su individualidad, por lo que al final decide alejarse y se convierte en cualquiera de los hombres descritos con anterioridad.

El hombre tara

Hombre sumamente común –podría afirmar que el 99% de los investigados está  en esta categoría- que trae un desperfecto que lo ha dejado un poco dañado. Su  carga es tan fuerte que no sabe cómo lidiar con ella. Al final se convierte en cualquiera de los hombres anteriores, transmitiéndote parte de su tara como si de un virus contagioso se tratara.

El hombre misión imposible

Individuo que no tiene los suficientes cojones para enfrentar una ruptura con su pareja actual   aunque siente atracción por otra chica, o por varias a la vez, y solo la dejará si consigue algo mejor.  Este hombre es de cuidado, hay que alejarse de ellos. NO es recomendable.


El hombre puente

Hombre que utiliza a la mujer como “puente” para tratar de salir de una relación pasada, te utiliza de pañuelo...de papel, de kleenex, de polvo reafirmante de que aún está en el mercado, de que conserva su capacidad de seducción, a pesar de la incipiente y nada desdeñable barriga. Este hombre termina desapareciendo. No conviene, así que aléjate de él en cuanto lo identifiques.


Le dije a Cupido que esta  lista describe a unos cuantos hombres, los que él con su “buen tino” me ha  enviado en estos últimos años. Y aunque también aplicaría a cualquier de nosotras, lo siento, las mujeres no cuentan por ahora. Esa es otra historia.

 Así que después de mostrarle esta clasificación a mi cupido.

 Le he matado.

Si, el pobre se lanzó por la borda, no pudo más con su mal tino,  y me ha dejado abandonada…

¡Ahh¡  pero a ver, no soy tonta, antes de que se lanzara, le tomé unas de sus flechas, y ya llevo practicando todo un mes…

 Mmm… ahora estoy sentada en un Starbucks saboreando mi café descafeinado,  y estoy viendo algunos candidatos interesantes, ¡qué se me hace que ahora  mismo voy a utilizar esta flechita!, seguro que tengo mejor tino…





viernes, 3 de octubre de 2014

La historia de Apolo y Manuela

Hace 8 años, Apolo llegó a mi vida de una forma inesperada.

En mi afán de prevención y de evitar cualquier tipo de enfermedad, suelo hacerme exámenes de manera periódica. Sí, debo reconocer que soy una hipocondriaca perdida, y ese año recuerdo que necesitaba hacerme una ecografía de colón –claro porque me hacía falta- y le pedí al médico que me diera la orden.

Así que ese día, acostada a media penumbra en aquella clínica, y sintiendo el gel frio en mi estómago, pude ver por el rabillo del ojo la expresión del rostro de la mujer que me hacía el examen.  ¿Se imaginan lo aterrador que puede ser para una hipocondriaca obsesiva aprehensiva como yo, ver a la persona que está valorando si eres sana  poner una cara de angustia con ojos desorbitados y escucharle decir- Esto es muy grande, no puede ser, tienes que ver a un médico de inmediato-.

Es lo peor. A mis 35 años supe lo que era tener un tumor en mi cuerpo. Benigno me decían, -pero, mujer, si es un mioma- Y- ¿qué carajos es eso?- Preguntaba yo. Al final, uno de los médicos a los que acudí me respondió- No te preocupes, es algo normal; en edad fértil, una mujer que no da hijos, da miomas- Así que ese día supe de la existencia de Apolo.

Todos los días previos a la operación, le hablaba a Apolo y le pedía que fuera bueno para que todo saliera bien. El gran día llegó, y  después de que terminaran de suturarme, me despierto asustada y lo primero que digo es -¿dónde está Apolo?,-,  todavía recuerdo como si fuera ayer que Toñi, la enfermera, se acercó con una sonrisa mostrándome un frasco con aquella  madeja de tejido que yo había bautizado como Apolo. Cerré los ojos y le pedí que se lo llevara muy muy lejos. Nunca más volví a saber de él.

8 años después llega Manuela. Su aparición no fue repentina, ya que estuvo ahí cuando Apolo fue extirpado, y  durante estos años, ha estado acompañándome en todas mis aventuras. Su crecimiento ha sido paulatino, y ha estado muy cerca de mí, sintiendo mis temores, disfrutando de mis alegrías, y sobre todo soportando el estrés y la vida loca que he tenido en estos últimos años.

En este momento, la situación es distinta. Después de los 40s, la vida fértil empieza a decrecer y la posibilidad de ser madre es prácticamente imposible para mí, según el dictamen médico.   Aunque  Manuela viene con esa “torta bajo el brazo”, no hay nada escrito. Así que por lo pronto, nada de drama. La vida es muy corta para ello. ¡A disfrutarla!
¡Ay Manuelita!, ¡ya te ha llegado tu hora!
Cuando la vida te presente razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír. Anómimo
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domingo, 1 de junio de 2014

¿Simplemente amigos…my buddy?


 
María está perpleja después de haber escuchado a su nuevo buddy decirle que la invitación a tomar unas cañitas era para darle el mensaje de la chica con la que lleva año y medio, que por supuesto no es su pareja, pero que se ha molestado porque su novio- perdón, corrección, según él no lo son, aunque  ella cree que si- se escribe por whatsapp con María. Así que el mensaje fue contundente: Esta chica existe y no le gustan los mensajes que envía María y sobre todo que los finalice con un emoticono de besito de corazón.  




-¿Y qué coño le pasa que no le gustan las caritas de besito?

Pero si son las que todo mundo usa para despedirse, ¿a quién no le gusta un besito tierno y cariñoso? Bueno, es un hecho que a ella no- pensaba María, mientras seguía escuchando, casi de una manera surrealista toda la historia-.


 -¿Qué quieres que haga con esta información?-le decía María un tanto molesta, no entendía si lo que quería decirle era que no le buscara más, que le dejara de escribir o que simplemente  supiera que los coqueteos con esa sonrisa seductora y mirada que tiempo atrás hubiera podido desarmar a cualquier guerrero, no iban a tener efecto, puesto que él ya tenía a su guerrera.

Al final, él solo se limitó a decir, -lo que quiero es que seamos amigos. Ella ya sabe que no voy a perder tu amistad y así quiero que sea-.

-Menudo lío en el que el que estoy metida y además sin enterarme que he sido motivo de discusión entre una pareja que no es pareja-pensaba María cuando regresaba a su casa después de esta cita, que al final no había sido una cita.

Amigos, ¿qué significa esto?, todo el fin de semana María estuvo reflexionando acerca de lo que implica ser amigo de alguien por quien siente una atracción física e intelectual. ¿Es posible que exista una amistad entre un hombre y una mujer sin que las hormonas no se alboroten?

En ese momento, tomó su Iphone para revisar sus contactos. Después de descartar a su familia y amigos cercanos, la lista que ha completado en estos 5 años en Madrid es una “buddy list” el 80% son contactos que están, de acuerdo a su clasificación, en la categoría de hombre peligro y hombre misión imposible.

-¡Madre mía!, ¿de dónde he sacado tantos contactos de hombres que no quieren un compromiso o que están con otra chica, pero que al final se resisten -y yo también claro está, si los tengo ahi a todos- a perder el  contacto?- se repetía María al ver el tamaño de su lista.

Volvió a ver la peli de “drinking buddies” para cerciorarse de lo que podría pasar entre dos personas del sexo opuesto que son amigos,  así como alma gemelas; pero al ver la complicidad, los silencios, las miradas de los protagonistas terminó por confundirla más y lo único que pudo hacer fue bajar al bar de lado de su casa para tomarse una cerveza a la salud de todos sus “buddies”.

Ya con un poco de calor en su cuerpo después de un par de cervezas,  decidió buscar en internet algún estudio que le comprobara la teoría de que sí es posible. Para su desesperanza, la ciencia lo confirma: una mujer y un hombre heterosexuales no pueden ser “solo amigos”.

-La vida es injusta, ¿por qué me hacen esto?, ¿no sería más fácil que el chico que me guste, yo también le guste y asunto terminado?- decía María después de leer el estudio realizado.  Pues no, la amistad como el amor son como el ADN no se pueden saber sus predisposiciones.

Después de unos minutos de silencio, María recordó que ese día soñó con fuego y al buscar su significado entendió lo que tenía que hacer…

Así que con una sonrisa de satisfacción, dio un último sorbo a su cerveza y tomó su Iphone…

-¡Venga ya! A borrar a todos y que vayan y busquen a otra amiga, que la cuota de mi buddy list ya ha sido cubierta.

“Si los hombres equivocados siempre te encuentran, es porque das las señales equivocadas”.

Mafalda

martes, 8 de abril de 2014

Érase una boda (versión española-mexicana)

Monólogo presentado en La Madrilera 
Sala de Teatro en el barrio de Malasaña
Madrid, España

5-12 de abril, 2014

Idea y texto original: Eloísa Pérez
Adaptación: Ernesto de Antonio Hernández





Texto


El año pasado llegó un sobre a mi buzón…estaba apelmazado y dije…mmm por esta densidad y textura promete un interesante contenido.

No era uno de esos sobres vulgares de papel reciclado y gris degradado que mandan los bancos, que parece que se te van a poner las manos negras como si vinieras de la minería de Zacatecas…no, era diferente.

Al abrirlo, el portero de mi edificio vio cómo pasaba de mi inicial expresión de euforia a una angustia inocultable…Pues resultó no ser un viaje gratis a conocer Fátima y las apariciones marianas promovido por la parroquia de la esquina, tampoco la entrega en mano de una cubertería chapada en plata de primera ley por la asistencia a la presentación de la nueva Vaporeta. Ni siquiera un decálogo de buenas costumbres con la imperiosa visita al spa "El chorro encantado" en el décimo lugar...nada de eso, era la ominosa y comprometedora invitación a una boda...Siii neta!!! a una boda!!!!

Miren, he sobrepasado la barrera de los 40  (aunque claro, ¡no los parezco! ) y estaba convencida de que ya no me quedaban amigas ni amigos pendientes de un enlace matrimonial...Es más, me vine a vivir a Europa, crucé el charco,  por el progreso, las nuevas formas sociales y de convivencia…¡no mames goey!...me vine al primer mundo …pensé que aquí el casarse era algo súper pasadísimo de moda…estaba segura de que no tendría que asistir de nuevo a ninguna boda el resto de mi vida.

La realidad, para mi desesperanza, pues resulta ser otra bien distinta...aquí y en la Conchinchina la gente se casa, aunque por estos lares lo hagan ya bien maduritos, hasta el punto de llegar a pensar si no buscan asistencia geriátrica más que un amor desaforado, que de lo de en la enfermedad y en la salud solo parezca que se va a compartir lo primero...

Así que, aunque me hubiera encantado, no me iba a resultar muy sencillo librarme de este gran acontecimiento social. Llegados a este punto, algún malpensado imaginará que me desagradan las bodas porque sigo sola, desorientada, envidiando las felices vidas de pareja de mis amigas, sin tener a nadie al lado para compartir buenos momentos, delicados instantes de amor, magníficas experiencias en compañía, largas noches de pasión con sexo desenfrenado...EN ABSOLUTO, no se lleven el engaño¡¡¡

La historia es otra...

Lo que pasa es que tengo una especie de mal fario con las bodas...Por alguna extraña razón, posiblemente sea el conjuro de alguna pseudoamiga envidiosa, porque en cada boda le ganaba todos los ramos de novia, ya saben esa tradición de lanzarlos hacia atrás al grupo de recalcitrantes solteras...bueno, solo me quedaba con unos pinches pétalos desgarrados en la mano; lo que fuera...pero siempre ha sucedido algo que ha impedido un final feliz para mi…

Bien es cierto que el final feliz, el comer perdices que se dice, corresponde a los novios y no a una simple invitada como yo…pero...¿sería mucho pedir que también me tocara uno aunque fuera por una noche?...el coste neto de la asistencia al acto bien lo merecería...¿no lo creen? Madre mia! que sale por un ojo de la cara entre traje, viaje, regalo, peluquería...

En aquel momento, recordé como en un flashback, aquella angustia de buscar un acompañante para las bodas a las que tuve que asistir...en México eres poco menos que un paria social si no acudes acompañada de un hombre a las bodas, como si fuera un chicle pegado a ti.

Por mi mente desfilaron algunos de esos chicos que invité, varios que eran más tiesos que la mojama, y no daban ni un paso para adelante ni para atrás en el baile..claro porque su vista se fijaba en el escote de la de a lado, intenté con algunos darles más alcohol, a ver si se aflojaban un poco y tenían más ritmo, pero nunca resultó esta táctica, más bien al contrario, alguno se desplomó encima de mí a los primeros acordes de El Danubio Azul, con el consiguiente bochorno personal y descojone general-...

Hubo otro que parecía el mudo de los hermanos Marx, con la notoria diferencia de que este no sonreía ni tocaba el arpa ni siquiera otras cosas más prosaicas), con lo que opté por mandarlo a la chingada!! ...a ver si estando sola la noche presentaba mejores expectativas...

En la Universidad tuve que invitar al amigo del amigo de mi mejor amiga que por supuesto no conocía, pero eso es lo que hace la necesidad!!! Fue como una cita a ciegas, la cosa tenía su morbo. Pero a mitad de la boda decidió irse sin despedirse, dejándome como un náufrago sin salvavidas en medio de la pista de baile. Todavía recuerdo que se llevó mi pintalabios rojo pasión preferido, el muy cabrón!! ..y no precisamente en los morros...

Bueno y aquel compañero de mi primer trabajo, que me invitó a una boda –creo que este chico, al igual que yo se encontraba en un momento desesperado y por eso me pidió que fuera su pareja, porque la afinidad entre ambos era la que podría encontrarse entre Bin Laden y George Bush. Todavía no encuentro explicación a lo que sucedió aquella noche.-

Antes de ir a misa, se detuvo en la farmacia y me pidió que comprara unos preservativos, -es que me da vergüenza bajar con este traje, y no pienses mal, María, son para la broma que le haremos al novio esta noche.-

Estaba indignada por la propuesta. Yo soy una niña bien, una fresita de Monterrey, y nunca iría a comprar unos condones!! Eso imposible. Por lo que no le hice caso... Pero lo que sí hice a mitad del postre y ante una mesa repleta fue soltar la historia. Todos se giraron a observarlo y le comenzaron a mentar la madre hasta que la canción de Luis Miguel terminó para dar inicio al vals de los novios.

Al final, él se vengó yéndose a bailar con una pelirroja despampanante, que obvio decir no era yo.. Después de tal ofensa, le rogué que me llevara a mi casa. Nunca más volví a hablar con él. 

Ay madre mía…y también me acordé de aquel buen amigo, al que invité amablemente para que me acompañara a la boda de la penúltima amiga soltera de mi grupo de universidad, todavía sigue siendo la penúltima, ya que mi boda será la última. Bueno eso es lo que espero que pase algún día, aunque como aseguré antes…no estoy en absoluto desesperada porque suceda.

Le dije –por favor, no te asustes, pero todas te va a preguntar si hay algo entre nosotros, inclusive los maridos, así que tu calladito te verás más bonito.-

Pero eso no fue así, a la segunda pregunta...lo agarraron como al tigre de Santa Julia y tuvo que soltar prenda...y solo pudo decir, en tono desesperado...

-María me ha contratado, soy acompañante de bodas, tengo un anuncio en el periódico-

Bueno, bueno, me saltaban chispas, y si mis ojos mataran, lo hubieran fulminado en ese momento. Después de un incómodo silencio, una de mis amiga se limitó a decir (en tono de fresa) –en serio, tipo que es una súper buena idea gooeyyy..pásame tu teléfono, que tengo varias amigas, tipo que podrían interesarse en tus servicios.-

En fin…con este historial pueden imaginarse lo que padecí cuando recibí aquella invitación de boda de mi amiga española…

Uff...¿pensé…qué sucedería en esta boda?, ¿sería diferente para mí?

Sabía que, por lo menos, no existía la presión social por no llevar pareja, lo que ya era un adelanto de que podría que esa noche podría ser distinta.  Como todos ustedes saben, en España no es indispensable llevar un acompañante. Es más, por economía ya no conviene..

Así que respiré profundo y decidí asistir…quizás el hecho de que a este pueblo llegaron los marineros en la “La Pinta” para anunciar el descubrimiento de América podría ser la señal que tanto había esperado para que el maleficio fuera roto milagrosamente.

Y así fue, aun cuando los novios me buscaban afanosamente un amigo soltero, yo desistí….

Quería romper el hechizo, nada de hombres…así que disfruté del fin de semana sin presiones, incluidas las corporales, que hay que ver cómo se pegan algunos acompañantes, claro, observan un reposadero mullido y allí que se me colocan simulando ternura...


Hasta se multiplicaron las bodas como los panes y los peces en Canán,. Un día antes, mis amigos y yo entramos de colados a una boda, digo para ir ambientándonos…estuvo divertídisimo …y ya el segundo día asistimos a la verdadera boda. Fue un gran casamiento... y encima fui la única beneficiaria del ramo de flores nupcial ¡¡¡¡

Todo felicidad y sin víctimas propiciatorias ni daños colaterales, que siempre suelen converger en mi inocente persona...

Fue un gran acontecimiento…y creo que el hechizo se rompió cuando regresé a Madrid…otra vez la rutina del trabajo cotidiano, aguantar a los jefes, clientes...y de la insulsa vida en soledad..pero es lo que hay...

Dicen que una boda llama a otra boda. Así que… ¿de quién será la próxima? Espero que sea la mía, ...mmm (tono preocupado) aunque viendo cómo mis amigas se están divorciando en masa... son capaces de adelantárseme de nuevo, las muy cabronas!!!!!

FIN