jueves, 25 de abril de 2013

20 años después, el vagón da marcha atrás...


María sabe que en su vida, hay un camino que solo ella sabe que puede recorrer sin prisas…
 
 
 
¿A dónde le conduce?

 
Ella no pregunta, ni cuestiona…solo sigue sus instintos
 
 
El vagón de la vida de María tiene ya muchos kilómetros recorridos, -como el de todos supone-, ha habido diversidad de paradas en las que han subido personas que han transformado su vida,  y otras que tuvieron que ser bajadas  en la siguiente terminal, ya que no merecían la pena de formar parte de esta ruta.
 
Este vagón ha dejado pasar estaciones, esto porque a María no le dio la gana pararse, ya sea por indecisión o porque su intuición le dio una señal. Así que sólo por la ventanilla, -con un drink en la mano, por supuesto- veía como se alejaban esos destinos con individuos que hacían señas para llamar su atención.
 
También han existido terminales que no las había contemplado, porque no imaginaba de su existencia; no aparecían en el mapa que había construido para recorrer la ruta de su vida, y nunca las consideró en el itinerario.
 
Ahora, después de 20 años, uno de esos destinos que tímidamente fue creado como un lugar de paz y tranquilidad, y que María no se había percatado de su presencia,  de repente aparece;  renovado y con un marketing espectacular para que ahora, sin excusas, sea visitado por ella.
 
Así que por primera vez, -siempre hay una primera ocasión- ha decidido dar marcha atrás para que su vagón se dirija a ese lugar y pueda explorarlo y descubrir si es tan atractivo como para quedarse un rato y vivir nuevas experiencias.
 
La vida para María es así, imprevisible, impetuosa y no planificada, tal como es ella.
 
Esta segura, independiente del tiempo que permanezca en embarque,  que será una aventura inolvidable, y trascendental.
 
Por ahora, el destino no sigue una ruta, todo lo modifica a su antojo y es que la vida sigue, las rutas cambian. María lo sabe y así lo disfruta…
 
Andaré este largo camino, este camino tan largo, hasta el final, hasta el final del corazón, andaré este camino largo, largo, largo...
Mahmud Darwish